Las relaciones familiares son el núcleo de nuestra vida emocional. Desde la infancia, los vínculos que creamos en la familia influyen en nuestra forma de relacionarnos con el mundo y con nosotros mismos. Cuando surgen dificultades, conflictos o patrones que generan malestar, es importante abordarlos de manera integral.
Me especialicé en Terapia Familiar y Sistémica para acompañar a las familias en la comprensión de sus dinámicas y en la construcción de relaciones más saludables. A través de un enfoque basado en la interacción y la comunicación, trabajamos juntos para identificar patrones, mejorar el diálogo y fortalecer los vínculos.
La terapia familiar no se centra en una sola persona, sino en la manera en que los miembros de la familia interactúan entre sí. Mi enfoque se adapta a las necesidades de cada familia o individuo, integrando herramientas como:
A lo largo de la vida, las relaciones familiares pueden atravesar momentos de tensión, desafíos y cambios que afectan la estabilidad emocional. Comprender estos procesos y trabajarlos desde una mirada sistémica permite transformar la manera en que nos vinculamos, generando relaciones más saludables y armoniosas.
Si te sentís identificado con alguna de estas situaciones, la terapia puede ayudarte a encontrar nuevas maneras de relacionarte y resolver conflictos:
Si sentís que hay dinámicas familiares que te generan malestar o que te gustaría comprender mejor, podemos explorarlas juntos. El cambio es posible cuando aprendemos nuevas formas de relacionarnos.